La sexta entrega de las aventuras gráficas de Sherlock Holmes desarrollada por Frogwares presenta un caso diferente a los ya vistos del famoso detective. En este caso es él quien está en entredicho y es acusado de varios crímenes, según contó el jefe de producto en Focus, Adrien Rotondo, durante la presentación en las oficinas del distribuidor en España, Warner.
El primer cambio es visual, ya que el motor es nuevo y presenta un aspecto mucho mejor que en títulos anteriores. En la sección del juego que usa Rotondo para explicar las características el doctor Watson llega a una casa en la que sospecha hay unos terroristas. Rotondo nos pone en antecedentes: Tras resolver el caso de un robo, Holmes es acusado de haber dado el cambiazo con la pieza robada y haber dejado una falsificación. La gente y la policía empieza a desconfiar de él y, cuando su comportamiento se vuelve cada vez más extraño el doctor Watson empieza a preguntarse si realmente no ocultará el detective una parte desconocida y delincuente.
El doctor interroga a tres hombres que hay en la planta baja del edificio con muestras evidentes de haber sido torturados. No saca demasiado en claro, pero sí revela otra peculiaridad del juego, podemos cambiar entre Watson y Holmes a voluntad durante la aventura. Normalmente el mismo personaje nos avisa de cuándo no podemos avanzar más con él de momento. Cuando Watson descubre que Holmes está en el piso superior, cambiamos a él.
«Es el Sherlock Holmes de los libros, no el del cine», afirma Rotondo para explicar el aspecto del detective con sombrero de copa en lugar de la gorra a cuadros que suele identificarle en el cine. Y añade que está más enfocado en el parte de investigador de Holmes que en la de acción.