IBM progresa en el desarrollo de sus baterías de litio-aire

    Hacía ya un tiempo que no oíamos hablar del proyecto Battery 500 de IBM. El coloso informático lleva prometiendo desde 2009 baterías con una autonomía de 800 km gracias a una revolucionaria tecnología que todavía se encuentra en su más tierna infancia, y que de hecho, posiblemente ni nos tomaríamos en serio de no ser porque detrás de ella se encuentran las siglas de International Business Machines. Ahora IBM ha reclutado a las japonesas Asahi Kasei y Central Glass en esta aventura para dejar atrás los escasos 160 km de alcance ofrecidos por las baterías de iones de litio actuales, y aprovecha la ocasión para explicarnos de forma muy sencilla su funcionamiento.

    Básicamente, la tecnología de litio-aire busca conseguir baterías capaces de generar electricidad al «respirar» de forma similar a un pulmón. En lugar de utilizar pesados óxidos metálicos, las baterías de litio-aire emplean finas láminas de carbono para absorber oxígeno procedente del aire y generar electricidad mediante la reacción que se produce al combinar las moléculas de O2 con los iones de litio. Lo bueno de esta reacción es que es totalmente reversible; bastaría con aplicar una corriente eléctrica para separar de nuevo el oxígeno y expulsarlo al exterior, devolviendo la batería a su estado original.


    La tecnología litio-aire permitiría reducir el peso de las baterías en un 87% al tiempo que se incrementaría drásticamente la densidad energética de los paquetes (hasta 1.000 veces más, en teoría), favoreciendo el aprovechamiento del espacio interior. La validez de las baterías de litio-aire ya se ha podido comprobar en el laboratorio; el problema es que todavía queda mucho por hacer. En primer lugar el litio podría incendiarse de forma violenta al contacto con la humedad del aire, y el desarrollo de los sistemas utilizados por estas baterías requerirá la creación de nuevas membranas y electrolitos, que son precisamente los campos en los que ahora se pondrán a trabajar Asahi Kasei y Central Glass respectivamente.

    Para darnos cuenta de la magnitud de este proyecto y lo importante que es para IBM, a pesar de que Battery 500 comenzó a funcionar en 2009, las primeras baterías no se espera que lleguen al mercado hasta 2020-2030, lo que como mínimo supondría más de una década de inversión continua en I+D. Una auténtica barbaridad, pero es que los costes de desarrollo podrían recuperarse solos para entonces.

    Si quieres conocer un poco mejor el funcionamiento de las baterías de litio-aire, te recomendamos que eches un vistazo a los vídeos que tienes a continuación.